El primer Restaurante del mundo


“Venite ad me omnes qui sfomacho lavoratoratis et ego retuarabo vos”.

Esta leyenda, que se podía leer en un cartel colgado en la rue de Poulies de París, allá por el año 1765, anunciaba a los caminantes que en aquel lugar se servían platos de comida y buen vino.

No eran muchos los parisinos que en aquella época sabían latín, pero los que lo hacían sabían que Monsieur Boulanger, el propietario, decía: “Venid a mí, hombres de estómago cansado, y yo os lo restauraré”.

En un principio, el restaurante de Boulanger, “Champú d'Oiseau”, sólo servía sopas y "patitas de cordero hervidas a fuego lento con salsa blanca", pero, debido al éxito, Boulanger amplió rápidamente el menú. La novedad del negocio del cocinero fue que estaba centrado en la comida y no en el alcohol (como sucedía en las tabernas). Uno de los primeros clientes de este restaurante fue el enciclopedista Denis Diderot, quien elogiaba mucho sus platos, pero a la vez admitía que "el lugar es un poco caro”.

Antes de la Revolución Francesa de 1789, las familias aristocráticas de Francia mantenían en sus castillos y mansiones grandes y sofisticados equipos de cocina, pero finalizado el Antiguo Régimen, algunos jefes de cocina y cocineros desempleados abrieron sus propios restaurantes inspirados por la idea de Boulanger, mientras que otros fueron contratados por un nuevo grupo de pequeños empresarios: los restauradores.
La palabra restaurante llegó a Estados Unidos en 1874, traída por el refugiado francés de la revolución Jean Baptiste Gilbert Paypalt; este fundó lo que sería el primer restaurante francés en Estados Unidos llamado Julien's Restorator (en él servían trufas, fondues de queso y sopas).

El restaurante que generalmente se considera como el primero de Estados Unidos es el Delmonico, fundado en la ciudad de Nueva York en 1827.

Bon appétit!.

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