A los 11 años, un escolar norteamericano se convirtió en empresario. A los 14, facturaba 50.000 dólares anuales y realizaba contribuciones benéficas, entre ellas, a la Casa Blanca. Aquí su historia.
Se llama Larry Villella y en aquel entonces tenía 14 años. Iba al colegio secundario y tenía amigos con los que jugaba a los flippers, como cualquier chico de su edad. Pero Larry no era igual a los demás adolescentes: dueño de un ingenio poco común, cuando tenía 11 años se convirtió en empresario creando una fábrica de elementos de jardinería. La empresa se llamaba “Conserv Products”, y su producto estrella era un aspersor para regar arbustos y árboles pequeños. Villella fabricaba todo lo que vendía en un pequeño taller que él mismo construyó en el fondo de su casa de Fargo (Dakota del Norte).