Los siameses Bunker

“Jugar el uno con el otro nos produce el mismo placer que le produciría a usted jugar con su mano derecha contra su izquierda”. Esta frase se atribuye a Chang y Eng Bunker, dos maestros del ajedrez del siglo pasado.


Su sentimiento de unidad era tal que, según cuentan las crónicas de la época, uno empezaba la frase y el otro la terminaba. Casi nunca se hablaban entre sí, lo que justificaban diciendo que todas las cosas que veían les producían la misma impresión, y casi podría decirse que carecían de historia individual. Porque, según como se mire, Chang y Eng no eran 2 sino 1. Nacieron unidos por el esternón y por un cartílago, y sus hígados estaban fusionados.


Chang y Eng nacieron en 1811 en un pequeño pueblo de pescadores cerca de Bangkok, en Siam. De allí deriva la palabra siameses, con la que se define a los hermanos gemelos que nacen con los cuerpos unidos entre sí.


Rodeada de mitos como cualquier historia de fama y supersticiones, la existencia de estos hermanos alimentó entonces los rumores de que el fin del mundo estaba próximo. Se dijo incluso que el rey pensaba matarlos porque eran signo de mal agüero. Nada de eso ocurrió, y tras una niñez en la que compartían con sus hermanos la crianza de patos, fueron descubiertos por un marino americano que se hacía llamar Capitán Able Coffin. El marino, sorprendido por la rareza de los gemelos, y debido a lo popular que estaban empezándose a hacer en aquella época los circos humanos, no dudó en hacerles un contrato, con el que viajarían por primera vez fuera de Siam.


Las exhibiciones comenzaron en Inglaterra, aunque al poco tiempo, la creciente popularidad los hizo desplazarse a EEUU, donde fueron presentados con el eslogan “E pluribus unum” (de muchos uno). Tres años después de su llegada a Norteamérica decidieron deshacerse de los servicios de Coffin, comenzando su carrera en solitario.
En tan sólo 6 años de carrera los gemelos de Siam consiguieron reunir un total de 60.000 dólares (lo que equivaldría actualmente a un millón y medio de dólares actuales), dinero con el que decidieron retirarse al condado de Wilkes, en Carolina del Norte. Fue entonces cuando comenzaron a barajar la posibilidad de su separación, aunque no encontraron médico que se aventurara a hacérselo.
Sin poder llevar a cabo su separación, decidieron tener una vida lo más normal posible. Establecieron una plantación, compraron esclavos, y adoptaron el nombre artístico"Bunker". Fueron respetados miembros de la comunidad.


Ambos se casaron el mismo día y con 2 hermanas (Chang con Adelaide Yates, y Eng con Sarah Anne Yates). Aceptando compartir la intimidad, las familias vivían en casas separadas y ellos se ajustaban a lo que podría llamarse “un régimen de visitas” (decidieron pasar 3 días consecutivos en cada casa). Así fue como entre ambos sumaron 22 hijos.


Como la vida, la muerte les llegó en el mismo momento. A los 63 años, una noche en la que Chang no podía conciliar el sueño, le comentó a su hermano Eng que solía sentir dolores en el pecho. Perfectamente sano, Eng no tardó en dormirse, pero al despertarse y descubrir que su hermano no respiraba, gritó por ayuda. Cuando uno de sus hijos entró a la habitación, le dijo: “¿Cómo está tu tío Chang?”. “Tío Chang está helado. Muerto”, respondió su hijo. “Ha llegado mi última hora”, dijo llorando. A las 2 horas, y antes de que llegara el médico, estaba muerto.
El examen post mortem realizado en el College of Physicians and Surgeons de Filadelfia reveló que Chang murió por la rotura de un aneurisma; y Eng, de miedo.

Adieu.