El árbol de navidad

Es costumbre que el 8 de diciembre (día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María) armemos el árbol de Navidad, normalmente un pino o un abeto, y lo llenemos de bolas multicolores, moños de seda y luces eléctricas.

¿Les gusta?, es nuestro árbolito navideño!.
Algunos creen que esta tradición es celta (ahhh, la cultura del celtismo…ese inmenso baúl dónde ponemos todo lo que nos suene a gaita, violín, flautín o silbato) pero esto es diametralmente incorrecto. El árbol de navidad proviene de la tradición germánica-escandinava, del culto al dios Frey.


En tiempos pretéritos el culto pagano germano celebraba el nacimiento del dios Frey en una fecha cercana a la Navidad adornando un árbol perenne, llamado Yggdrassil o Árbol del Universo. Este árbol representaba en su copa, tronco y raíces diversos lugares sagrados de la mitología nórdica, como Asgard (casa de los dioses), Valhalla (palacio de Odín) o Helheim (reino de los muertos).

 Con la llegada de los primeros cristianos a las tierras de los germanos en Europa Central y del Norte este culto se adaptó al cristianismo (es bien conocido que esta corriente religiosa ha sido muy hábil en absorber cultos paganos para poder así, pacíficamente, convertir otros pueblos a su religión manteniendo sus costumbres ancestrales).

árbolito geek
Según cuenta una leyenda, san Bonifacio (680-754), evangelizando tierras de Germania, taló un árbol que representaba el Ygdrassil para convencer a los druidas alemanes de que no era ni sagrado ni inviolable. El árbol al caer destrozó todos los arbustos excepto un pequeño abeto. San Bonifacio, interpretó la supervivencia del arbolito como un milagro: "Llamémosle el árbol del Niño Dios", dijo. Los años siguientes los cristianos celebraron las Navidades plantando abetos.
Sin embargo, hoy no usamos el árbol navideño gracias a san Bonifacio, sino a Martín Lutero, que fue quien lo “resucitó” como tradición.

Así, Lutero reintrodujo el árbol de Navidad en el siglo XV, y en el siglo XVI estaba bastante extendido por todos los estados alemanes y gran parte de la Europa Central eslava (lo que no se sabe con seguridad es que si Lutero realmente conocía, o no, el culto anterior de los paganos. Al fin y al cabo, si algo abundaba por esas tierras eran los abetos, así que no era difícil que a alguien se le ocurriera adornar uno).

A mediados del siglo XIX el árbol de Navidad saltó a Inglaterra mediante el matrimonio del príncipe Alberto (alemán) con la reina Victoria en 1846. Alberto decidió adornar un gran abeto en el castillo de Windsor, y a los ingleses les encantó el resultado. Tal fue su aceptación entre las clases obreras y clases medias, que un par de décadas después el árbol de Navidad cruzaba el Atlántico para arraigar con fuerza en las navidades de los EE.UU.

En países como Polonia, por ejemplo, existe una gran tradición de coleccionar bolas de vidrio pintadas a mano, que pasan de generación a generación, y son, realmente, auténticas obras de arte.

En fin. Si crees que tu árbol de navidad es el más hermoso y original, podes enviar su foto al “VI Concurso Mundial de Árboles de Navidad 2010” (hasta el momento ya están concursando 564 árbolitos).

Queridos amigos – lectores: Aprovechamos la ocasión para desearles, tanto Mariano como yo, una encantadora Nochebuena y una hermosa Navidad.

Muchas gracias por los saludos, los queremos mucho!.

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Adieu!!!.