Mary Mallon también conodica como María Tifoidea

Mary Mallon, más conocida como "María Tifoidea" (Typhoid Mary) o “Mary Tifus”, fue la primera persona en los EE.UU identificada como portadora sana de la fiebre tifoidea.

La historia comienza cuando Mary, que en ese entonces tenía 15 años, emigró de Irlanda (su ciudad natal) a los EE.UU en busca de empleo. Primero trabajó como personal doméstico pasando luego, gracias a sus dotes culinarias, a ser cocinera (oficio que era mucho mejor pagado que el de sirvienta). Sin embargo, y pese a ser muy buena en su trabajo, cierta aura de desgracia (o "maldición", como decía ella) comenzó a perseguirla pues cambió de trabajo reiteradas veces en muy pocos años...

En el verano de 1906, fue contratada por Charles Henry Warren como cocinera en la casa de veraneo que alquilaba para él y su familia. Los días transcurrían plácidamente, sin sobresaltos, hasta que el 27 de agosto de ese mismo año una de las hijas de Warren se enfermó de fiebre tifoidea. Pronto su esposa, su otra hija, el jardinero y 2 sirvientas cayeron enfermos también, haciendo un total de 6 enfermos de las 11 personas que habitaban en esa casa. Muy preocupado, Warren llamó a varios investigadores y médicos para identificar la causa del brote de fiebre tifoidea, pero éstos no encontraron nada...
Fue recién cuando contrataron a un ingeniero, George Soper, que se logró algún avance. Soper (familiarizado con la reciente investigación del alemán laureado con el Nobel, Robert Koch, sobre el contagio de la enfermedad) sabía que el tifus se podía propagar mediante la ingesta de agua o alimentos contaminados, y, dado que las fuentes de agua de la casa no estaban contaminadas, pensó que la infección tendría que haber provenido de uno de sus habitantes. Las primeras sospechas del ingeniero apuntaron a Mary, siendo ella cocinera, por lo que investigó sus trabajos anteriores, descubriendo que entre 1900 y 1907, Mary había trabajado en 7 casas, de las cuales 22 personas se habían enfermado de fiebre tifoidea, una de las cuales (una pequeña niña) había fallecido por ello.

Con esas pruebas, Soper le exigió a Mary muestras de orina, heces y sangre, y la responsabilizó de haber enfermado a tantísimas personas.

Ahora bien. Viajemos en el tiempo. Imaginemos que estamos en el año 1906 (momento en que todavía no era posible concebir la idea de ser un portador sano de la enfermedad) y de repente aparece un extraño con cara de loco que nos culpa de haber contagiado de tifus a varias personas… cuando nunca nos hemos sentido enfermos ni nada por el estilo!. Digamos que debe ser una situación bastante chocante, así que particularmente no me sorprende la reacción de Mary, que echó a Soper de la casa, entre insultos de todo tipo y demás.

Typhoid Mary

Obviamente Soper no se rindió y la volvió a visitar, pero esta vez con un doctor auxiliar. De nada sirvió, ambos fueron despedidos a patadas por la furiosa Mary.

Rendido, el ingeniero informó al Departamento de Salud de New York, el cual designó a una doctora de hospital y a 5 policías para que fueran a pedirle muestras de sangre. Cuando llegaron, no la encontraron… Mary se había escondido en la casa de una vecina...
Finalmente, cuando la capturaron, la llevaron a la fuerza a un hospital en dónde los análisis que le realizaron revelaron que portaba el bacilo de la tifoidea. Mary fue confinada a cuarentena, dónde era analizada periódicamente, descubriéndose que si bien tenía periodos en los cuales no daba positivo, la mayor parte del tiempo (120 de 163 muestras) portaba y podía transmitir el bacilo.

A los 2 años de iniciada la cuarentena, Mary demandó al Departamento de Salud. Alegó que los análisis privados hechos por sus doctores particulares revelaban que no tenía el bacilo. El juicio fue favorable para el Departamento, por lo que Mary –ahora conocida como “Mary Tifoidea, gracias a la prensa- tuvo que permanecer un años más en cuarentena.

Mary Mallon (con anteojos) en el hospital.

Cuando llegó el año 1910, también llegó con él un comisionado de salud más benevolente que le dio la libertad a Mary con la única promesa de que no volviera a ejercer el oficio de cocinera dado el riesgo de transmisión que implicaba. Ella, por la desesperación de salir de su encierro, lo prometió y hasta hizo el intento de trabajar como lavandera, pero las mejores condiciones de trabajo y el sueldo de las cocineras la hizo recurrir. Fue así como Mary, bajo el pseudónimo Mary Brown, ingresó a trabajar en la cocina de un hospital. Sin embargo, pasaron unos 5 años sin que nada sucediera, pero en enero de 1915 un brote de fiebre tifoidea afectó a 25 internos del hospital, muriendo 2 de ellos. Nuevamente las investigaciones apuntaron a la cocinera, descubriéndose, a sorpresa y disgusto de todos, que (otra vez) se trataba de Mary Mallon. Esta vez la opinión pública no tuvo compasión de ella , pues si bien Mary no creía que estuviera enferma, el hecho de haber usado un pseudónimo implicaba que se sabía culpable, y pese al riesgo y a la promesa realizada al comisionado de salud, volvió a trabajar de cocinera.

El final de Mary no es difícil de adivinar. Fue confinada a cuarentena de por vida en un hospital en la isla de North Brother, Nueva York. Sin embargo, Mary logró trabajar en el hospital donde estaba encerrada, primero como asistente y después como técnica de laboratorio.
Mary murió de neumonía el 11 de noviembre de 1938, tenía 69 años de edad. Luego de varias autopsias en dónde comprobaron que su cuerpo albergaba bacterias de la tifoidea, fue cremada y enterrada en el cementerio de Saint Raymond en el Bronx.

“Han dicho que he extendido una enfermedad que nunca he tenido. Nunca, en toda mi vida, he pasado un día entero en cama…”. (Mary Mallon).

Adieu.

Para seguir leyendo:
-Personaje Museístico: Nicolas Appert
-Personaje Museístico: Alfred Nobel
-Personaje Museístico: El alquimista Nicolas Flamel