El Playmobil

Superan en cantidad a la población china, rodean 2 veces nuestro planeta con los brazos extendidos, y si fuesen de verdad constituirían la mayor población mundial - más de 1700 millones -. Si señoras y señores, la cosa es clara, aquí del Playmobil se trata.


Corría el año 1971, víspera de la crisis petrolera mundial. El aumento de los precios del combustible hizo que Horst Brandstätter, dueño de la fábrica de juguetes con sede en la ciudad alemana de Fürth, cerca de Nuremberg, creara productos que necesitaran menos cantidad de material plástico (el plástico se había encarecido y los juguetes grandes ya no eran tan rentables).

El ingeniero Hans Beck, que era el jefe de desarrollo de la empresa, tuvo la idea de realizar vehículos y muñequitos de plástico más pequeños que los que ya fabricaban (el diseño de los muñecos de Playmobil se hizo observando los dibujos que hacen los niños: cabeza y ojos grandes, sonrisa, nariz y orejas, o sea, una figura humana sin grandes detalles). Las figuras poseen además el tamaño ideal (miden 7,5 centímetros) para que el niño las pueda guardar en el bolsillo. Se obtiene así un pequeño muñeco que siempre está sonriente, que se manipula fácilmente y que se puede convertir mediante accesorios en un individuo de cualquier época o profesión.

A diferencia de otros juguetes con forma humana, los playmobil se mantienen en pie con facilidad lo que permite una mayor flexibilidad para jugar. Además sus manos pueden agarrar distintos accesorios como, por ejemplo, armas, herramientas, instrumentos musicales, e incluso juguetes, y como si fuera poco, la cabeza tiene, además, una marca especial para intercambiar cascos, sombreros, vinchas, gorros, etc.
En 1974, finalmente los Playmobil salen a la luz, y logran un gran éxito. Comenzaron a ser vendidos en todo el mundo y Hans Beck fue reconocido de forma unánime como el padre del Playmobil. Los 'clicks' emprendieron desde entonces un camino sin precedentes en la industria juguetera.

Los primeros habitantes del mundo Playmobil fueron piratas, caballeros y obreros. En la actualidad la población Playmobil vive tanto en El Arca de Noé como en el mundo de la tecnología moderna, es multicultural y abarca todas las clases sociales (una de las últimas modificaciones fue agregar senos a las figuras femeninas).

Como hemos podido observar, hay Playmobil para todos los gustos, y si no, pregúntenle al cura alemán Markus Bomhard que durante más de 2 años se dedicó a fotografiar a los famosos muñecos interpretando escenas bíblicas para ilustrar en Internet su versión del texto sagrado, hasta que el fabricante de juguetes llamó a su puerta, acusándolo de infringir el 'copyright' de su marca.

Fuentes del fabricante de juguetes afirmaron lo siguiente: "no tenemos nada en contra de las escenas bíblicas" -de hecho, la compañía vende figuras de los tres reyes magos, Noé y su Arca e incluso Jesús-, pero se oponen a la manipulación de las mismas (al parecer, el cura habría deformado los muñecos con el calor de una vela y les habría añadido distintos accesorios, como pelo u ojos. "Queremos evitar que los niños hagan lo mismo, porque podrían hacerse daño, ya que el material con el que están fabricados los muñecos es inflamable", aseguran fuentes de la compañía).
Por el momento, el cura alemán ha contestado que no tiene "ni fuerzas ni ganas" de repetir el proceso, que incluso recibió las felicitaciones del Papa Benedicto XVI por "facilitar el acceso a las escrituras de un modo lúdico".

En fin, los niños, aficionados, coleccionistas y hasta los curas ya están avisados: estos “juguetitos anti-crisis” tienen todavía mucho para contar (porque sin lugar a dudas, lo bueno, bonito y barato difícilmente pasa de moda).

Adieu!.