Historia de la marca Hewlett -Packard

Queridos lectores de “El Conventillo”: soy Mariano Agrello y a partir de hoy la museóloga me ha cedido el honor de escribir una sección en su aclamado Blog. En ella compartiremos la historia de las distintas marcas famosas que pueblan nuestro mundo, intentando escribir post tan buenos e interesantes como los que Agustina, para nuestro deleite, nos tiene acostumbrados.

Nuestra primera marca elegida es Hewlett-Packard. El comienzo de su historia contiene todos los elementos que luego se convertirían en infaltables en cada uno de los grandes hitos de la informática del siglo XX: Un par de ingenieros jóvenes recién recibidos que no encuentran en el mundo empresarial alguien que decida financiar sus visionarias y en apariencia irrealizables ideas deciden juntarse en un garaje a experimentar para ver si pueden revolucionar la vida cotidiana de quienes habitamos el mundo y de paso, levantarla con pala (ellos lo lograron, nosotros todavía estamos en la etapa de la cruel e injusta indiferencia capitalista).

Estamos en el año 1938 y la viuda de Spencer decide poner en alquiler su amplia casa, ubicada en el 367 de la Avenida Addison, en Palo Alto, California. En la planta baja los inquilinos son una joven pareja integrada por David Packard, ingeniero, de 26 años y su esposa, Lucile. En el altillo, el habitante es un joven soltero, amigo y colega del anterior, William Hewlett, de 25 años. Juntos deciden invertir todos sus ahorros (U$S 538) y le proponen a la Sra. Spencer que les preste su garaje para realizar sus investigaciones. La anciana aceptó y hoy en día se considera este lugar como el sitio donde nació el ya mítico Silicon Valley.

El 1 de Enero los dos ingenieros formaron la compañía (que aunque parezca extraño fue durante años una sociedad de “palabra”). Como no se ponían de acuerdo, si llamarla “Hewlett-Packard” o “Packard-Hewlett” el orden de los nombres lo decidieron tirando una moneda. Su primer producto fue un oscilador de audio que Hewlett había diseñado como proyecto de tesis para la Universidad de Standford. Packard decidió nombrar a este desarrollo 200A, con el objetivo de causar en los clientes la impresión de que la empresa contaba ya con un poblado catalogo de inventos. Este primer año las cosas no anduvieron tan bien como ellos proyectaban y sólo obtuvieron ganancias por U$S 5463.Las cuentas empezaron a mejorar cuando al año siguiente Disney decidió contratarlos para que diseñaran un osciloscopio especial para las instalaciones de audio donde se proyectaría “Fantasía”, la primera película comercial con sonido de varios canales. Ese año se registraron ganancias por U$S 34.396 lo que los llevó a decidir contratar una secretaria y mudarse a una locación más espaciosa, lugar donde aún se encuentra la sede central de la empresa (hoy en día, HP es la compañía de informática con mayor facturación en el mundo con casi U$S 100.000 millones y más de 150.000 empleados en más de 100 países, por encima de colosos como IBM o Microsoft).

A partir de allí, la compañía se especializó en el desarrollo de instrumentos de medición hasta que en 1968 creó la primera computadora que analizaba los datos obtenidos con sus propios instrumentos. Al año siguiente David Packard pedía licencia en la compañía para ocupar la Subsecretaria de Defensa del Presidente Richard Nixon.
En 1972 crearía uno de los productos que más ganancias le generó en su historia, la primera calculadora científica de mano (HP-35). Ese mismo año se lanzó de lleno a la conquista del mercado corporativo desarrollando la serie de computadoras HP3000, las cuales estaban orientadas al análisis de procesos industriales. Aunque parezca mentira muchas grandes empresas que compraron hace 30 años estos equipos aún hoy los siguen utilizando.

Sin embargo, el mundo de la computación no siempre le ocasionaría alegrías a la esta empresa. En 1974, un joven ingeniero de la compañía, Stephen Wozniak, desarrolló un prototipo de ordenador personal de bajo costo para uso domestico (en esta época y a causa del contrato que HP firmaba tanto con sus empleados como con la cercana universidad de Standford, todos los inventos que estos desarrollasen tanto dentro como fuera de la empresa eran propiedad intelectual de HP, a menos que una junta de su directorio rechazase el proyecto, lo que le permitía a su desarrollador vendérselo a quién quisiera). La junta directiva de HP no sólo menosprecio el invento sino que incluso llegó a burlarse de su creador, considerando que era una utopía infantil suponer que las personas podrían llegar a desear querer tener una computadora en su casa. A causa de esto Woczniak se retiro de la empresa y fundó en otro garaje californiano, junto a su amigo Steve Jobs, Apple Computer. Esta compañía fue durante toda la década del 80 la marca líder del universo de computadoras personales.

Sin embargo, el tiempo le dio revancha a HP y está llegó en 1984, cuando la empresa desarrolla la impresión térmica por inyección de tinta (ThinkJet), la que todos nosotros conocemos como “Impresora-Chorro-de-tinta”. Al año siguiente lanza la HP-LaserJet, la primera impresora laser color del mercado, la que aún hoy sigue determinando el estándar de calidad de impresión. El golpe definitivo lo daría en 1988, cuando hace su aparición la HP Desk-Jet (el producto más vendido en la historia de la empresa). Esta impresora es la primera inkjet con 300 dpi y con una capacidad de impresión de hasta 3 páginas por minuto sin necesidad de papel especial y con un precio módico (lo único que no eran tan módico, todos recodaremos con lágrimas en los ojos, era el precio de los cartuchos de tinta, que en su momento representaban bastantes pesos, o en su defecto, “patacones”).

David Packard murió el 26 de marzo 1996 y en su testamento dejó aproximadamente 4 mil millones de dólares a la fundación presidida por sus 3 hijas (entre sus obras más conocidas se encuentra el Hospital infantil en la Universidad de Stanford). Bill Hewett murió en el año 2001, también dejando una fundación a cargo de su segunda
esposa, Rosemary Bradford.


Bueno esto es todo por hoy, nos vemos en la próxima entrega.