Costumbre Museística: Las Cábalas de Fin de Año

¿Ropa interior al revés o amarilla?, ¿uvas, lentejas o corvinas?, ¿encender velas o lavarse las manos con champaña?. Hay cábalas para todos los gustos y, aunque muchos digan que es una tontería, llegadas las 12, más de uno salta con el pie derecho, quema algún muñeco viejo, aparece con maletas o se pone a subir y bajar escaleras como un loco.

La celebración del Año Nuevo es una de las más antiguas y universales de las festividades. Hace aproximadamente 4.000 años atrás, los babilonios fueron los primeros en convertir el Año Nuevo en un ciclo festivo que duraba 11 días y que se celebraba al comienzo de la primavera.

Los egipcios celebraban el fin del año con el comienzo de la crecida del río Nilo y la preparación de las tierras para la siembra, mientras que los romanos también hacían coincidir la celebración con la llegada de la primavera y lo festejaban el 25 de marzo.Pero fue el emperador Julio César el que cambió la fecha al primero de enero, primer día del mes dedicado al Dios Jano. Esto fue confirmado en las adaptaciones que hizo el Papa Gregorio XIII, y es el calendario que rige en nuestros días.

La noche que nos traspasa al siguiente año está llena de cábalas y supersticiones que tienen que ver con buenos augurios para el año que comienza.

- La tradición de las 12 uvas: en el sitio que ocupa cada comensal se coloca previamente un pequeño frutero con 12 uvas y, de acuerdo con el ritual, se debe comer una uva por cada una de las 12 campanadas del reloj. Idealmente seis verdes y seis moradas. De esta forma, los anhelos y aspiraciones se hacen realidad... por lo menos es lo que dicen (esta costumbre empezó en Alicante, España, en la Noche Vieja de 1909. Al parecer, ese año, las cosechas de uvas de los vinicultores fueron enormes y tuvieron unos grandes excedentes, por lo que tuvieron que ingeniárselas para no desaprovechar todas las uvas que les sobraban. Como tirarlas resultaba algo poco beneficioso para ellos, decidieron propagar un rumor, o leyenda urbana, entre los vecinos de la región, que decía que comer una uva por cada una de las 12 campanadas de fin de año les traería buena suerte. Tanto se propagó este rumor, que años más tarde toda España adoptó esta ‘costumbre’ que hasta hoy en día que se sigue realizando).
- Sentarse y volverse a parar con cada una de las doce campanadas: trae matrimonio.
- Recibir el año nuevo con dinero dentro de los zapatos: trae prosperidad económica.

- Para tener mucha ropa nueva: la noche del 31 debes usar la ropa interior al revés.
- Poner un anillo de oro en la copa de champaña con la que se hará el brindis: te asegurarás que no falte el dinero.
- Cocinar una corvina sin quitarle las escamas: para asegurarse un buen pasar económico (quien la coma tendrá tanta plata como escamas haya comido. Por supuesto, según lo que dicen).

- Encender velas de colores: las azules traen la paz; las amarillas, abundancia; las rojas, pasión; las verdes, salud; las blancas, claridad, y las naranjas, inteligencia.
- Repetir en voz alta o mentalmente la frase "Voy a ser feliz este año" junto a los doce campanadas.
- Si se sale a la calle, tratar que la primera persona que se vea sea joven, ya que mientras menor sea, mayor será la felicidad.
- Sacar las maletas a la puerta de la casa para tener muchos viajes el año que comienza. Mejor aún es dar la vuelta a la manzana arrastrando las maletas.
- Usar ropa interior amarilla la noche de fin de año, para asegurar felicidad y buenos momentos (mejor usarla al revés y cambiarla al derecho despues de medianoche. Mucho mejor si los calzones son regalados).

- Comer una cucharada de lentejas (cocidas) dentro de los primeros minutos del nuevo año para tener prosperidad.
-Lavarse las manos con champaña y azúcar: para tener dinero (a las 12 de la noche, se meten las manos a una fuente con azúcar. Luego se lavan con champaña).
-Repartir espigas de trigo: símbolo de la abundancia. Lo ideal es repartirlas entre todos los asistentes (las deben tener en las manos justo a la medianoche) y tambien esparcirlas por la casa.

-Quemar al muñeco "viejo" para desprenderse de las cosas malas del año que termina. Es necesario hacer un muñeco con la ropa vieja. Si se quiere, se le puede poner en el bolsillo una lista con todas las cosas malas del año que quieren eliminarse. Se debe poner en un lugar sin riesgos de incendio. A medianoche se le prende fuego.

En fin, yo me quedo con las “12 uvas de la suerte”.


Gracias por acompañarnos.

MUY FELIZ Y PROSPERO AÑO NUEVO PARA TODOS!!!!.



El Conventillo.