Mario Bros el plomero más vendido de la historia de los videojuegos

"Un día, el pacífico Reino Champignon fue invadido por los Koopa, una tribu de tortugas famosa por su magia negra. El tranquilo pueblo fue convertido en piedras y ladrillos y por ello el Reino Hongo cayó en la ruina. La única persona que puede deshacer el hechizo mágico de los Koopas es la Princesa Peach, hija del Rey Champignon. Desafortunadamente, ella esta en las garras del gran Rey Tortuga Koopa llamado Bowser.
Mario, el héroe de la historia, escucha las llamadas de socorro de la Princesa y junto con su hermano Luigi se dispone a rescatarla y expulsar a los invasores Koopas del reino”.
A principios de los ‘80 el mundo de los videojuegos estaba dominado por títulos como el Space Invaders de Atari o el “comecocos” de Namco. Nintendo era una compañía que había sido fundada, en 1889, por Fusajiro Yamauchi y que se había hecho conocida, sobre todo, por fabricar barajas “hanafuda” (naipes japoneses tradicionales). En 1975 Nintendo comenzó a dedicarse a la producción de software y hardware para videojuegos, y en 1980 lanzó al mercado "Radarscope", un juego arcade que resultó ser un rotundo fracaso. Debido a esto, Nintendo necesitaba desesperadamente un juego totalmente arrasador y es cuando el presidente de la compañía Hiroshi Yamauchi le asignó al arquitecto Shigeru Miyamoto la tarea de crear un juego que llevaría a la compañía al éxito o al fracaso. Todo el futuro de Nintendo estaba en manos de este nuevo empleado que trabajaba como aprendiz en el departamento de planificación.

  Miyamoto desarrollo un juego protagonizado por Popeye y Olivia, pero Nintendo perdió los derechos de esos personajes y Miyamoto tuvo que pensar uno nuevo. Al no tener experiencia en programación consultó a varios ingenieros de la compañía, y tras componer la música por sí mismo en un pequeño órgano electrónico, Donkey Kong salía, por primera vez, a la luz. El juego era tan diferente a lo que habían visto hasta entonces que horrorizó al presidente de Nintendo. El personaje se movía por toda la pantalla y en lugar de ir directo a la acción ¡desarrollaba una historia!, esto era algo inaudito. En este juego es donde hizo su primera aparición en escena el carpintero “Jumpman”, a quien más tarde conoceríamos como Mario. Donkey Kong se convertía en un éxito de la noche a la mañana.

En 1982, Jumpman dejó la carpintería para dedicarse a la plomería. En ese momento fue rebautizado (Nintendo creía que el nombre era poco comercial para el mercado occidental). En broma, en la filial americana sugirieron llamarle Mario por el parecido que el personaje tenía con Mario Segali, propietario del edificio donde estaba Nintendo América. En Japón les agradó la idea y así se lo llamó a partir de entonces.

  Mario no ha sufrido casi ningún cambio en veinte años. Su aspecto se debe en gran parte a las limitaciones técnicas que existían cuando Miyamoto lo creó (como era imposible representar el movimiento de su pelo se le plantó un enorme sombrero y como tampoco se consiguió plasmar el movimiento en los brazos se lo vistió con un enterito azul y una camisa roja. ¿Expresiones en el rostro? Imposible: un gran bigote, una buena nariz y a rescatar a la princesa!). Según Miyamoto “solo quería plasmar un hombre de mediana edad, con un gran sentido de la justicia y que no fuera guapo”. En 1985, por fin Mario dejaría las máquinas de videojuegos para convertirse en el rey de la consola con Super Mario BROS para la Nintendo original (en Argentina el “Family Game”). En él, Mario por primera vez aumentaba de tamaño gracias a unos champiñones, y de esta forma reinventó el género de plataformas. Este hecho es considerado por Nintendo como el nacimiento oficial de Mario: el día 13 de Septiembre de 1985.

Hoy por hoy, este plomero todavía puede presumir de ser el más vendido de la historia de los videojuegos y desde entonces ha aparecido en más de cien juegos en los que se ha creado un mundo propio tocando casi todos los temas (desde el fútbol, pasando por los puzzles, hasta la creación artística). Muchos de ellos figuran todos los años en los listados de los mejores juegos de la historia (en la prestigiosa revista británica Edge figuraban, por ejemplo, el Super Mario World, 1990, el Super Mario Kart, 1992, el Super Mario 64, 1996 y ahora da un paso más con el revolucionario Super Mario Galaxy para Wii.