Audrey Hepburn y su relación con Givenchy


Es temprano y Nueva York recién se está despertando. En una de sus estilizadas calles se aproxima lentamente un taxi y de él baja una mujer con gafas oscuras, un gran collar de perlas blancas y un vestido color negro profundo. Se acerca, poco a poco, a la vidriera de la Joyeria Tiffany´s, y mientras toma un humeante café y prueba su croissant dulce, mira las joyas como si estuviera enamorada de ellas. Es en ese instante lleno de magia cuando tenemos la integridad de tan memorable y exquisito film.


Audrey Hepburn es un icono de la moda por su sencillez, por su refinada elegancia y por su transparente personalidad. Su fresca belleza dejó una impronta imborrable tanto en el cine como en el mundo de la moda.
Bautizada con el nombre de Edda Kathleen Van Heemstra Hepburn-Ruston, nació el 4 de mayo de 1929 en Bruselas. De niña fue bailarina clásica y se dedicó también a la interpretación.
Trabajó en pequeños papeles de películas y como corista en distintos teatros, pero el papel que la catapulto al estrellato fue, en 1953, junto a Gregory Peck en “Vacaciones en Roma”. En un primer momento los productores querían a Elizabeth Taylor para el papel protagónico, pero el director William Wyler quedó impresionado por la prueba de cámara de Audrey (se dejó la cámara quieta y le empezaron a realizar una serie de preguntas, la cual ella no sabía que la cámara estaba grabando. Sus precisas respuestas y su espontánea sinceridad demostraron su enorme talento). Wyler dijo: “Tiene todas las cosas que busco: encanto, inocencia y talento. Además es muy divertida. Es absolutamente encantadora. No dudamos en decir que es nuestra chica”.
Después de “Vacaciones en Roma”, trabajó con los galanes Humphrey Bogart y William Holden en la comedia romántica “Sabrina”. Audrey fue enviada al diseñador Hubert de Givenchy para que decidiera su vestuario en el film. Cuando le dijeron a Givenchy que “Miss Hepburn” venía a verlo pensó que se trataba de Katherine Hepburn, no de Audrey. Este primer encuentro fue decepcionante para Givenchy, pues la primera impresión que tuvo fue la de estar viendo un “animal desvalido”. Luego de este “corto circuito”, desarrollaron una amistad que duraría el resto de sus vidas.


“Sabrina” fue tal vez la primera película que introdujo el concepto de la moda francesa como tal en Hollywood. La colaboración entre Hepburn y Givenchy tuvo un éxito inmediato. Todas las mujeres querían ser como Audrey, imitaban sus poses, se vestían y peinaban como ella. Muy pronto copias de sus vestidos circulaban por todas las tiendas aun antes del estreno de la película.


En una ocasión Audrey le dijo a los reporteros "él es más que un costurero, es el creador de mi personalidad". Juntos desarrollaron el uso del lino, de los colores simples y del exquisito corte que caracterizó la ropa que usó la actriz durante toda su vida. Ralph Lauren, otro de sus grandes amigos, es aun más enfático cuando se refiere al estilo y al glamour que lograron el costurero y la actriz, "Givenchy hizo miles de prendas bellísimas, pero las que uno realmente recuerda fueron las que hizo para la Hepburn".


Diseñado por Givenchy, este famosisimo y deseado vestido fue fabricado en satén italiano con un escote en la espalda. Fue subastado por Christie's en un valor de más de 600.000 euros, la cifra más alta pagada por un traje diseñado para una película.
Audrey impuso un estilo y le puso su sello indiscutido a una marca tan prestigiosa como Givenchy.


He comprobado que lo mejor que me sienta es tomar un taxi e ir a Tiffany´s. Me calma de golpe, ese silencio, esa atmósfera tan arrogante; en un sitio así, no podría ocurrirme nada malo, es imposible, en medio de esos hombres con los trajes tan elegantes y ese encantador aroma a plata y a billetera de cocodrilo. Si encontrara un lugar en la vida real donde me sintiera como me siento en Tiffany´s, me compraría unos cuantos muebles y le pondría nombre al gato.
(Holly Golightly en “Desayuno en Tiffany´s”).