Museo del Naipe


A los 13 años ya era una pequeña “timbera”. Jugaba al “Chin-Chon y apostaba todo tipo de “golosinas”, “juguetes” y “útiles escolares". Lamentablemente mi madre se dio cuenta de mi “veta artística” y fue cuando terminaron mis días de gloria. En fin, son cosas que suceden, por lo menos hasta cumplir la mayoría de edad.
Hoy por hoy sigo jugando a las cartas, y hasta me doy el lujo de jugar sólo cuando hay apuestas de por medio, caso contrario, sigo con lo mío.


En la actualidad no se conoce con exactitud el origen de los naipes, ni como se introdujeron en nuestra cultura. Algunos investigadores atribuyen su origen a China, dado que allí se inventó el papel en el siglo I de nuestra era y se han encontrado varios lienzos pintados con tinta china en donde están representadas personas jugando con cartas. Probablemente los juegos de cartas que se practicaban en la antigüedad se utilizaban primero como símbolos mágicos y luego simbolizando batallas. También se piensa que la creación de los naipes parece derivarse de la combinación de dos juegos: “ajedrez y dados”.
Las historias míticas sobre su origen dicen que los naipes fueron inventados en China por las mujeres de los harenes para distraer su aburrimiento. En el año 969, el emperador Mu-Tsung, de la dinastía Liao, denunció en público los naipes, imputándoles las desgracias acaecidas a la familia de Duke Ch’ien (quizá la razón de esta leyenda sería que las cartas estimulaban el juego, pasatiempo que históricamente se ha prohibido repetidamente sin resultado, como ocurrió en Florencia en 1277 y en 1387 por Juan I de Castilla, que prohibió el juego de naipes en sus estados. Hacia 1400, los naipes se habían prohibido también en Francia, Suiza, Alemania y Países Bajos).

No se sabe muy bien cómo las cartas fueron introducidas en Europa. Algunos mitos dicen que fueron introducidas por gitanos de India que llegaron a Italia a través de Persia, Egipto y Arabia. Sin embargo, este mito es contradictorio pues las cartas ya existían en Europa décadas antes de que haya registro de los primeros gitanos.
Algunos historiadores creen que las cartas fueron introducidas por el imperio islámico, y luego se les agregaron los palos de copas y espadas a los ya existentes oros y bastos (si esta teoría fuera la correcta, las cartas árabes sólo deberían tener números y no figuras, ya que el Corán prohíbe las representaciones antropomorfas).

Campesinos jugando a las cartas, de Adriaen Brouwer

Aparentemente, las primeras cartas que aparecieron en Italia lo hicieron a fines de 1200. Las cartas llegadas de Oriente evolucionaron rápidamente en Europa (cada pueblo sustituyó los palos y las figuras orientales por aquellas más cercanas a su tradición cultural) y desde este continente se expandieron hasta el último rincón del mundo (una muestra de esta influencia puede observarse en Japón, donde las misiones luso-españolas del siglo XVI -en esa época Portugal y el resto de los reinos de la península Ibérica estaban gobernados por un mismo rey: Felipe II - introdujeron, entre otras costumbres, el juego con las cartas de la baraja española, en especial la variante portuguesa. Así, «carta» se convirtió en karuta, «copas» en koppu, «oros» en oru y «caballo» en uma. En Indonesia, la palabra «carta» se convirtió en kertu).
La referencia escrita más antigua que se dispone data de 1371 y se encuentra en el “Diccionario de la Rima” del poeta catalán Jaume March, en el que por primera vez aparece la palabra “naip”. En el museo Británico de Londres existe un manuscrito de 1377, de un monje alemán, mencionando el juego de las cartas para enseñar y educar. En Italia, una crónica de Viterbo del año 1379 trata del “Gioco della Carta”.

Baraja Popular "Juan Domingo Perón"

Por otro lado, algunos investigadores estiman que las cartas se fabricaron por primera vez en España en 1392 para entretenimiento del rey Carlos VI; esto fue expresado por el padre jesuita Menéstrier (1631-1705), quien en un artículo publicado en 1702 en el Journal del Trévoux expuso que el juego simbolizaba la estructura feudal.
En 1440, los maestros naiperos italianos crean un nuevo juego llamado Tarocco. Añaden "El Loco" y 22 cartas especiales más. En Francia, se le denomina Tarot y a partir de 1780, se empieza a utilizar en adivinación.
En 1470, los franceses incorporan los corazones, picas, tréboles y rombos a sus cartas. Como figuras, utilizan héroes de la literatura y de la historia, por ejemplo el Rey David, Héctor, Julio César, Carlo Magno.
Primeramente los naipes se realizaban totalmente a mano por artistas llamados pintores naiperos, más tarde, en pleno siglo XV se industrializa su fabricación mediante la impresión xilográfica, dicha técnica consiste en imprimir mediante moldes de madera de boj o peral, grabados en alto relieve.
Hacia el año 1868 Heraclio Fournier se instala en Vitoria y pone un pequeño taller de naipes. Dicho negocio resulta muy próspero. Hoy en día, la empresa pertenece al Holding americano Jarden Corporation que es un grupo conformado por Naipes Heraclio Fournier y the United States Playing Card Company, y es el líder mundial del mercado de naipes (más del 35% del share del mercado).


Si quieren conocer más, mucho más, sobre la historia de las cartas, pueden visitar el Museo Fournier de Naipes de Álava, situado en la ciudad de Vitoria, País Vasco. Este museo está dedicado a la conservación, valoración, estudio y exposición de naipes de todo el mundo y de todos los tiempos, con la finalidad de atender el interés del público y de investigadores, estudiosos y coleccionistas.
El museo fue fundado por Félix Alfaro Fournier y está situado en el Palacio de Bendaña en el casco medieval de Vitoria. Su colección muestra la evolución de la fabricación y de la temática de los naipes en diferentes países.

Un museo que, Dios y billete de por medio, me encantaría visitar!!!.
A su salud!.